En un entorno económico dinámico y competitivo, saber calcular el valor real de tu negocio puede marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento. Este artículo ofrece una guía clara y práctica para entender y aplicar los métodos de tasación más accesibles.
Aprenderás conceptos clave, ejemplos numéricos y recomendaciones para elegir la técnica adecuada según tus necesidades y el tipo de empresa. Pon en marcha tu estrategia y toma decisiones financieras con confianza.
La valoración de una empresa no solo sirve para procesos de compraventas o fusiones. También resulta fundamental en situaciones de financiación, entradas de nuevos socios o planificación sucesoria.
Conocer el valor estimado de tu proyecto te permite negociar con datos objetivos y bien fundamentados, evitando sorpresas y asegurando una mayor transparencia.
Este método se basa en la fórmula más sencilla: activos totales menos pasivos totales. Consiste en sumar todos los bienes de la empresa y restar sus obligaciones.
Su aplicación se extrae directamente del balance contable y resulta especialmente útil en compañías con gran peso de elementos tangibles, como inmobiliarias o industrias.
Ejemplo numérico básico:
Activos totales = 500.000 €; Pasivos totales = 180.000 € ▶ Valor contable = 320.000 €.
Se compara tu empresa con compañías similares que cotizan en bolsa o se han transaccionado recientemente. Entre los ratios más utilizados están:
Ejemplo práctico: empresas del sector pagan 8 veces el EBITDA. Si tu EBITDA es 230.000 € ▶ Valor estimado = 8 × 230.000 = 1.840.000 €.
Este método ofrece referencia de mercado en situaciones reales, pero depende de seleccionar comparables adecuados y disponer de datos fiables.
Se calcula el valor presente de los beneficios futuros esperados aplicando una tasa de capitalización que refleje el riesgo y la rentabilidad exigida.
Fórmula básica:
Valor empresa = Beneficio sostenible ÷ Tasa de capitalización
Ejemplo:
Beneficio medio últimos 3 años = 1.000.000 €; Tasa de capitalización = 20% ▶ Valor = 1.000.000 ÷ 0,20 = 5.000.000 €.
Permite valorar la capacidad de generar riqueza, aunque es sensible a los supuestos y requiere estimaciones realistas.
Considerado el método más completo, descontar los flujos de caja previstos a futuro al valor presente de flujos descontados usando el WACC (coste promedio ponderado de capital).
Fórmula simplificada:
Valor empresa = Σ (Flujo de caja futuro t) ÷ (1 + WACC)^t
Ejemplo resumido: proyectas 50.000 € anuales durante 5 años y WACC = 10%:
Valor ≈ 50.000/1,10 + 50.000/(1,10)^2 + … + 50.000/(1,10)^5.
Ideal para negocios en crecimiento, pero requiere proyecciones detalladas y datos sólidos.
Cuando se busca un equilibrio entre rapidez y precisión, los métodos combinados resultan muy útiles. Dos ejemplos:
Estos enfoques ayudan a combinar varios métodos para mayor precisión y reducir la incertidumbre inherente a las proyecciones.
La elección del método depende de:
En muchos casos, una valoración equilibrada combina enfoques y ajusta los resultados para reflejar la realidad de cada negocio.
Finalmente, contar con asesoría profesional aporta rigor y credibilidad, sobre todo en operaciones de gran envergadura.
Inicia hoy mismo tu proceso de valoración, aplica estos métodos y toma decisiones estratégicas basadas en criterios sólidos para impulsar el crecimiento y la sostenibilidad de tu empresa.
Referencias